Mi mamá es única refleja la diversidad de roles que la mujer desempeña en una sociedad equitativa basada en la igualdad y recalca la capacitación de la mujer en todos los ámbitos laborales. El afecto y los cuidados de una madre no son incompatibles con la labor profesional.

Se representan a las madres con roles contarios a lo que tradicionalmente ha marcado la sociedad androcéntrica y patriarcal. La narración tiene un trasfondo coeducativo que pretende fomentar el principio de inclusión, corrigiendo los papeles asignados y eliminando los estereotipos de modelos de mujer, valorando tanto su papel en la educación y cuidado familiar, como en los puestos de liderazgo en la sociedad.

Hay mamás que son grandes voluminosas y fuertes, como la mamá osa; hay mamás redondas y blanditas que parecen bollos de leche, como la mamá quesito; e incluso hay mamás que siempre llevan pantalones, que tienen parches en el ojo y viajan por todo el mundo… Este cuento nos enseña que las mamás son únicas: pueden ser altas, grandes, bajitas, arrugadas, fuertes, redondas, morenas, amarillas… Los mensajes tratan de romper con las profesiones estereotipadas para fomentar el respeto por la diversidad, la inclusión y la igualdad de la mujer en la sociedad.